13 Sep
13Sep

La verdadera historia del viernes 13.

Un viernes que cae en un día 13 (de cualquier mes) es considerado de mala suerte en muchas culturas anglosajonas y países de Europa y Latinoamérica. Un efecto igual se tiene sobre el martes 13 y -menos común- sobre un viernes 17. El origen de esta creencia se remonta al viernes 13 de 1307, fecha en que por orden de la Iglesia fueron detenidos y ejecutados en toda Europa la gran mayoría de los integrantes de la Orden de los Caballeros Templarios (logia secreta que custodiaba varios secretos religiosos, entre otros y principalmente, el del Santo Grial).

Se tejen varias hipótesis de por qué el papa Clemente V ordenó llevar a cabo esta matanza general, y además de conspiraciones religiosas, también se habla de deudas económicas. Los Caballeros del Temple eran muy adinerados y habían sido prestamistas de muchos nobles. Se señala que el propio Felipe IV tenía una gran deuda con esta orden y que por ello decidió capturarlos y acusarlos ante el Vaticano por diversos cargos, entre ellos el de herejía, sodomía y de orinar y escupir en la cruz. La relevancia que este grupo religioso y militar tenía en el pueblo quedó evidente, al recordarse esta fecha (un viernes 13) no sólo cuando ocurrió un hecho histórico para pasar a ser un símbolo del terror y la mala fortuna.

Además, ya anteriormente a esa fecha del siglo XIV, el número trece era considerado de mal augurio. En la Última Cena de Jesucristo, trece fueron los comensales; la Cábala enumera a 13 espíritus malignos, al igual que las leyendas nórdicas; en el Apocalipsis, su capítulo 13 corresponde al anticristo y a la bestia. También una leyenda escandinava cuenta que, según la misma tradición, en una cena de dioses en el Valhalla, Loki, el espíritu del mal, era el 13° invitado. En el Tarot, este número hace referencia a la muerte

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