Gustavo Cerati marcó al rock nacional con sus canciones. Una estética sonora nueva que influenció a varios artistas latinoamericanos. "Un arquitecto del sonido", como lo definió Charly García. Un trabajador incansable del estudio de grabación, donde podía pasar muchas horas tratando de dar con el efecto deseado. Muchas de sus canciones son himnos que suenan en distintos puntos de América. Su carrera musical arrancó con Soda Stereo, en 1983, pero ya a los nueve años tomó clases de guitarra y a darle vida a sus primeras composiciones. En la adolescencia participó en distintos grupos under, donde demostró su versatilidad tocando distintos estilos. Fue fundamental cuando conoció a Zeta Bosio, en un aula de la Universidad del Salvador, cursando la carrera de Publicidad. Al tiempo se sumó Charly Alberti, hijo del famoso baterista Tito Alberti, quien llegó al proyecto gracias a Laura Cerati, hermana de Gustavo. Fue en esa casa de Charly, en la esquina de Victorino de La Plaza y Barilari, en Núñez, donde el trío estableció las bases de lo que sería su historia. Después llegaron los discos, las extensas giras, shows multitudinarios. La consagración.
Cerati también brilló como solista. Discos como Amor, amarillo (1993), Bocanada (1999), Siempre es hoy (2002), Ahí vamos (2006) y Fuerza natural, (2009), entre otras producciones y colaboraciones, siguieron en la línea del éxito logrado junto a Soda. (Fuente TN).